doi:10.5477/cis/reis.193.89-112

Modelos socioeconómicos en Europa
y América Latina: una tipología
de la desigualdad e inestabilidad

Socio-economic Models in Europe and Latin America.
A Typology of Inequality and Instability

Antonio Martín Artiles

Palabras clave

Cobertura social

  • Conservadurismo
  • Desigualdad
  • Distribución
  • Informalidad
  • Instituciones
  • Liberalismo
  • Recursos de poder

Resumen

Este artículo compara los modelos de empleo y regímenes de bienestar en Europa y Latinoamérica entre 2008 y 2023. Subrayamos tres puntos claves: primero, las instituciones de distribución y el ideal de democracia igualitaria han retrocedido en todos los regímenes de bienestar. Las desigualdades en los ingresos se estancaron o aumentaron en Europa, mientras que en algunos países de América Latina se redujeron; segundo, la pérdida de recursos de poder sindical correlaciona con el debilitamiento de las instituciones distributivas, los modelos de economías coordinadas han sostenido mejor la distribución que las economías liberales de mercado; y, tercero, los principales factores discriminantes son la institucionalidad social-laboral versus informalidad, a más distancia las tasas de actividad ocupacional y la cobertura de la negociación colectiva. En la institucionalidad social se distinguen cinco tipos: alta, media-alta, media-baja, baja y muy baja.

Key words

Social Coverage

  • Conservatism
  • Inequality
  • Distribution
  • Informality
  • Institutions
  • Liberalism
  • Power Resources

Abstract

This article compares employment models and welfare regimes in Europe and Latin America between 2008 and 2023. We underline three key points: First, distribution institutions and the ideal of egalitarian democracy have receded in all welfare regimes. Income inequalities stagnated or increased in Europe, while they fell in some Latin American countries. Second, the loss of union power resources correlates with the weakening of distributive institutions. Coordinated Economies models have sustained distribution better than Liberal Market Economies. Third, the main discriminating factors are occupational institutionality versus informality, further away the rates of occupational activity and the coverage of collective bargaining. In social institutions, five types are distinguished: high, medium-high, medium-low, low and very low.

Cómo citar

Martín Artiles, Antonio (2026). «Modelos socioeconómicos en Europa y América Latina: una tipología de la desigualdad e inestabilidad». Revista Española de Investigaciones Sociológicas, 193: 89-112. (doi: 10.5477/cis/reis.193.89-112)

La versión en inglés de este artículo puede consultarse en http://reis.cis.es

Antonio Martín Artiles: Universitat Autònoma de Barcelona | antonio.martin@uab.es

Introducción1

El interés de este artículo se justifica porque las desigualdades en los ingresos económicos han tendido a estancarse o incluso a aumentar en los últimos años, tras la crisis financiera (2008-2015) y la pandemia del COVID-19 (2020-2022). Ambas crisis han afectado profundamente a las instituciones de empleo y redistribución. Las instituciones redistributivas como sanidad, educación, vivienda, pensiones y subsidios han sufrido los recortes del gasto social como consecuencia de la caída del producto interior bruto en muchos países. Las respuestas en materia de política económica han sido diferentes en ambas crisis.

Durante el periodo 2008-2023, se observaron dos orientaciones de política económica opuestas (Crouch, 2022; Pelke, 2023). Por un lado, en los años de la crisis financiera, los Gobiernos europeos impulsaron políticas neoliberales de austeridad, con recortes del gasto público, reducción del poder adquisitivo de los salarios y congelación en la creación de empleo público. La prioridad fue entonces reducir el déficit y la deuda pública. Por otro lado, durante la crisis de la pandemia se llevaron a cabo políticas de intervención estatal para mantener el empleo y la salud pública, subrayando la importancia de los bienes colectivos y el pacto social tripartito como forma de mediación institucional y gobernanza de la economía (Eurofound, 2024). O sea, se impulsaron prácticas neocorporatistas (Meardi y Tassinari, 2022).

En pocas palabras, las dos crisis afectaron a los ingresos primarios, derivados del mercado de trabajo, así como a los ingresos posdistributivos, como consecuencia de los recortes en los regímenes de bienestar. Por ello, este artículo analiza la interacción entre las instituciones predistributivas y posdistributivas. En las siguientes páginas, ofrecemos un marco conceptual para comparar los modelos de empleo y regímenes de bienestar en Latinoamérica y Europa, explorando cómo cierto tipo de instituciones predistributivas generan desigualdades primarias en los ingresos económicos y cómo otros arreglos institucionales propician políticas posdistributivas que tratan de mitigar dichas desigualdades. En cierto modo, estamos hablando de un aspecto de las variedades de capitalismo y de los tipos de instituciones socioeconómicas (Scharpf, 1992; Crouch, 1999; Hall y Soskice, 2001; Menz 2008; Bosch, Lehndorff y Rubery, 2009; Zalakain y Barragué, 2017).

Las tipologías y modelos han sido criticados por su rigidez y falta de adaptabilidad a los cambios estructurales. En estas páginas, consideramos las transformaciones institucionales derivadas de la crisis financiera y la pandemia; estudiamos cómo han afectado a los actores sociales, a la estabilidad política, a la gobernanza de la coordinación salarial y a las desigualdades en los ingresos económicos.

Los objetivos del artículo son dos: 1) estudiar cómo han cambiado las desigualdades en los ingresos entre 2008 y 2023; 2) identificar las variables que influyen en la configuración de los modelos de empleo y bienestar.

Presuponemos que el contexto de crisis ha modificado las instituciones distributivas. Ello ha afectado a las desigualdades de distintas maneras. Demostramos que los cambios en las instituciones de redistribución y las desigualdades correlacionan con la caída del producto interior bruto, el aumento del desempleo, la informalidad, la segmentación del mercado laboral, el debilitamiento de los sindicatos, la crisis de la democracia igualitaria, el auge del populismo y la inestabilidad política (Guillén González-Begega y Luque, 2016; López-Roldán y Fachelli, 2021).

El texto se divide en cuatro secciones: planteamiento teórico y modelo de análisis, resultados descriptivos, clasificación de modelos de bienestar y empleo y conclusiones.

Planteamiento teórico
y modelo de análisis

Con el siguiente modelo de análisis, tratamos de tipificar la formación de conglomerados de países y ofrecer una clasificación en función de determinadas similitudes y disimilitudes entre ellos. Esta idea de modelo social se inspira en los trabajos seminales de Polanyi (1989), que explica la interrelación entre instituciones sociales y economías de mercado. La perspectiva institucionalista ofrece una réplica al paradigma de la economía liberal y al supuesto dominio de la lógica de mercado. En pocas palabras, Polanyi nos recuerda que «la economía humana, por lo general, está inmersa en las relaciones humanas» (1989).

El modelo de análisis que proponemos distingue entre instituciones predistributivas (mercado de trabajo) y posdistributivas (régimen de bienestar), que tienen una larga tradición en la historia del movimiento obrero y sindical en Europa y Latinoamérica. En Europa, la institucionalización del derecho del trabajo y del bienestar se ha venido desarrollando fundamentalmente desde los años cincuenta y sesenta (Piketty, 2019), de la mano de la socialdemocracia y democracia cristiana (pacto keynesiano-fordista). En Argentina, Brasil y Uruguay se inició un proceso de industrialización y desarrollo de la protección social corporatista peronista, varguista y batllista, respectivamente (Martínez-Franzoni, 2007; Cruz-Martínez, Vargas-Faulbaum y Velasco, 2024).

1. Instituciones predistributivas. En la historia de las instituciones predistributivas, el contrato de trabajo ha tenido un papel fundamental a lo largo del siglo xx. La formalización contractual del empleo ha sido el núcleo del derecho del trabajo. Este marcó un avance importante junto con los derechos sindicales, de participación, información, consulta y negociación colectiva, además de los logros históricos alcanzados con la formalización del salario mínimo interprofesional. El avance de estos derechos, vinculados a las instituciones predistributivas, se han ido consagrando a través de hitos significativos, como el Tratado de Versalles (1919), la creación de la Organización Internacional del Trabajo y el Tratado de Filadelfia (1944), entre otros. Estos avances fueron significativos después de la Segunda Guerra Mundial. Ello ha contribuido a mitigar las desigualdades en los ingresos predistributivos y reducido la dispersión salarial (Piketty, 2019). Empero, los avances más notables, en términos de democracia industrial, se han logrado en algunos de los países con derechos de cogestión y codeterminación en la empresa. Este es el caso de los países escandinavos, Alemania y Austria, entre otros (Sanz et al., 2020; Eurofound, 2024). La expansión de estas instituciones predistributivas ha estado ligada a alianzas interclasistas entre sindicatos y partidos socialistas y socialcristianos en Europa. En América Latina, se han desarrollado ciertas instituciones laborales de la mano de movimientos sociales, como el peronismo en Argentina, el varguismo en Brasil y el batllismo en Uruguay, entre otros. No obstante, la institucionalidad laboral y social es muy baja en América Latina (Presbich, 1981; Martínez, 2019).

Con todo, podemos decir que a través de la institucionalización de las relaciones laborales se han venido canalizando los conflictos sociales y facilitando la coordinación de las políticas salariales con objetivos macroeconómicos en Europa occidental. En Argentina y Uruguay se han logrado algunos pactos sociales en la década de los ochenta y noventa (Etchemendy, 2019). En suma, las instituciones predistributivas han puesto de relieve que el trabajo es una relación social, no una relación mercantil (Polanyi, 1989; Piketty, 2019).

2. Instituciones posdistributivas. El origen de las instituciones posdistributivas ha estado ligado a las políticas sociales, que han tenido como finalidad la corrección de las desigualdades generadas por el mercado de trabajo. Ello se evidencia en la historia de la construcción del estado de bienestar bismarkiano y beveridgiano en los años cincuenta y sesenta del siglo xx (Scharpf, 1992; Crouch, 1999; Esping-Andersen, 2000; Piketty, 2019, entre otros). Las instituciones predistributivas han sido y son importantes, pero insuficientes para contener las desigualdades primarias (Ruiz-Huerta, Ayala y Loscos, 2015). Por ello, a través de la democracia industrial, se han venido introduciendo derechos posdistributivos, tales como seguros de empleo, pensiones de jubilación, seguros de enfermedad, maternidad, discapacidad y transferencias de subsidios a las familias. Estas prestaciones sociales pueden ser consideradas formas de salario diferido en regímenes de bienestar financiados por las contribuciones de trabajadores (regímenes bismarkianos) o por impuestos generales (regímenes beveridgianos). Sin embargo, las mencionadas instituciones se han venido erosionado durante las últimas décadas. Las causas son diversas: precariedad laboral, desempleo, cambios tecnológicos y predominio de las políticas neoliberales.

Hacia una tipología modelos
de empleo y bienestar

Las instituciones sociales se han venido conformando históricamente a través de relaciones de conflictos y pactos entre las clases sociales. Hoy podemos identificar cuatro grandes modelos de empleo y regímenes de bienestar, que son los siguientes:

En primer lugar, el modelo de empleo liberal se caracteriza por sus instituciones predistributivas débiles, con una orientación microeconómica. Esto es, un sistema de negociación salarial a nivel de empresa, baja tasa de cobertura de los convenios colectivos, sindicatos débiles y escasa intervención estatal en la economía (Priewe, 2024). Este modelo, presente en Estados Unidos, Reino Unido y Canadá, confía en el mercado y presenta fuertes desigualdades en los ingresos económicos. El régimen de bienestar es de tipo beveridgiano, asistencialista, con sistemas de seguros públicos y privados, financiado a través de impuestos generales y con contribuciones individuales respectivamente (Scharp,1992; Crouch, 1999).

En segundo lugar, el modelo de empleo coordinado se diferencia por disponer de un sistema de gobernanza jerárquico de la economía, que destaca por la intervención estatal en el mercado de trabajo y por la protección social (Hall y Soskice, 2001); cuenta, asimismo, con sistemas de protección social que contribuyen y motivan al aumento de la productividad. Todo ello influye en la estabilización de la economía durante los periodos de crisis (Ruiz-Huerta, Ayala y Loscos, 2015). En este modelo, los sindicatos juegan un papel clave en la coordinación salarial y el control de la inflación. Dicho modelo, presente en países escandinavos y germánicos, se caracteriza por altas tasas de afiliación sindical y una tradición de pactos sociales, promoviendo un desarrollo económico equitativo. El régimen de bienestar es de tipo beveridgiano en los países escandinavos y en los países del paternariado social (Austria, Alemania, Bélgica, Eslovenia, entre otros) es de tipo corporatista-bismarkiano; este, ideológicamente muy influido, en sus inicios, por la doctrina social de la Iglesia y basado en las contribuciones proporcionales de los trabajadores activos (Crouch, 1999; Esping-Andersen, 2000).

En tercer lugar, podemos considerar la existencia de un modelo mixto, de empleo coordinado, pero con mercados de trabajo segmentados. El rasgo diferencial es que estas economías tienen empleos precarios, cierto volumen de economía informal y bajos salarios. Incluye a los países del sur de Europa (Francia, Italia, España, Portugal). La gobernabilidad macroeconómica se apoya en un sistema de gobernanza propia de la economía coordinada a través de la concertación social. El régimen de bienestar es tipo corporatista-bismarkiano, aunque con participación de las familias y apoyo de instituciones religiosas que participan en la política asistencial (Ferrera, 1996; Meardi y Tassinari, 2022).

Y, en cuarto lugar, podemos distinguir el modelo de empleo heterogéneo. El capitalismo en América Latina se caracteriza por su «heterogeneidad estructural» (Prebisch, 1981; Marqués y Chávez 2019; Cruz-Martínez, Vargas-Faulbaum y Velasco, 2024), que implica un desequilibrio estructural con grandes diferencias sectoriales en productividad. Se mezclan economía formal e informal, desconfianza hacia las instituciones, mercados de trabajo duales, mercados locales y vestigios de economías precapitalistas. Esto genera una fuerte desigualdad predistributiva, bajos niveles de productividad, bajos salarios, concentración de ingresos, dependencia económica externa y atraso tecnológico.

La gobernanza de este modelo es compleja. Las élites políticas tienen una impronta extractiva, lo que obstaculiza la cultura del pacto social (Acemoglu y Robinson, 2012; Etchemendy, 2019). Ello es herencia del pasado colonial; aunque algunos países han logrado formar cierta cultura corporatista desde los años cuarenta. Hoy el resultado es un régimen de bienestar segmentado o incluso dualizado (Martínez-Franzoni, 2007); Martínez-Franzoni y Sánchez-Ancochea, 2016).

Operacionalización de las variables

En este modelo de análisis, abordamos 18 variables (Kaufmann, Aart y Mastruzzi, 2010; López-Roldán y Fachelli, 2015). Los datos corresponden a treinta y cinco países. El modelo de análisis se organiza en cuatro dimensiones interaccionadas entre sí. En la tabla 1 se pueden ver las siguientes dimensiones: modelo de empleo, regímenes de bienestar, desigualdades y contexto. Detallamos a continuación la descripción de las variables institucionales (normativas) utilizadas para los análisis factorial, clasificación y regresión (véanse tablas en apéndice 1A, 2A y 3A).

Tendencias de los
Regímenes de bienestar
y las desigualdades

Tendencia regímenes de bienestar
y desigualdades

Los regímenes de bienestar están en retroceso, según los datos de V-Dem (2023) que proporciona el índice de instituciones redistributivas (incluye vivienda, educación, sanidad, pensiones y subsidios). En el conjunto de los treinta y cinco países estudiados, dicho índice retrocedió un 5,7 % en 2023, en comparación con 2008 (tomado como índice base 100). Probablemente, el mayor retroceso se esté registrando en la provisión de vivienda, pero también en otras materias. Ello es, en parte, una de las secuelas de la política de austeridad, impulsada durante la Gran Recesión.

En el gráfico 2 se observa que las desigualdades primarias son muy altas y han tendido a crecer ligeramente después de las dos grandes crisis. Este crecimiento de las desigualdades predistributivas correlaciona con el desempleo, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la tendencia hacia la reducción de la cobertura de la negociación colectiva. En contraste, las desigualdades posdistributivas se han reducido muy ligeramente en el mismo periodo. A esta reducción han contribuido especialmente los países latinoamericanos, que tuvieron un periodo de crecimiento económico entre 2008 y 2015. La crisis financiera les afectó menos o por un periodo de tiempo mucho más breve que a los países europeos.

En la tabla 2 se puede ver como las desigualdades primarias, medidas por el índice de Gini predistributivo, están por encima de la media (0,50) en todos los países latinoamericanos, caracterizados por una altísima informalidad ocupacional. Por consiguiente, ello debilita su base tributaria y obstaculiza la distribución de rentas, como ya se demostró en las «décadas perdidas» de los setenta y ochenta (Etchemendy, 2019).

En contraste, los países socialdemócratas escandinavos y de paternariado social nos muestran desigualdades primarias también altas, pero bastante por debajo de la media; lo que se explica por la virtud de sus empleos formales y modo de gobernanza tripartita. Empero, factores como la legislación laboral, la informalidad en el empleo, la pérdida de poder sindical y la descentralización de la negociación colectiva han contribuido a las crecientes desigualdades. Por ello, actualmente, es relevante la introducción del salario mínimo interprofesional, por decreto-ley, en países como el Reino Unido (1999) y Alemania (2015). Esta ha sido una respuesta política para reducir las desigualdades. El debate sobre el salario mínimo y la idea de «mínimo vital» constituyen hoy un aspecto importante del debate para evitar caer en la línea de la pobreza (Piketty, 2019).

Entre 2008 y 2023, las desigualdades primarias aumentaron en Dinamarca, Irlanda, Estados Unidos, Italia, Lituania, Bulgaria y Costa Rica, entre otros. Ello indica un deterioro del empleo y de los salarios.

En cuanto a las desigualdades posdistributivas, los países latinoamericanos están por encima de la media. Los países mediterráneos también están ligeramente por encima de la media. En el mencionado periodo, las desigualdades posdistributivas aumentaron en Dinamarca, Suecia, Noruega, Austria y Bulgaria, entre otros, lo que indica un retroceso en la redistribución de los ingresos. Sin embargo, nótese el esfuerzo corrector de las desigualdades posdistributivas en los escandinavos y los germánicos, siendo estos una referencia para las ideologías igualitarias. En 2023, los países que lograron mayor porcentaje en la corrección de las desigualdades posdistributivas relativas (con respecto a 2008 = base 100) fueron Dinamarca y Estonia (44 %), México (43 %), Eslovenia (43 %) y Holanda (43 %). Los que menos redujeron las desigualdades fueron Argentina (18 %), Brasil y Noruega.

El gráfico 2 nos muestra la tendencia hacia el aumento de las desigualdades posdistributivas a medida que aumenta la informalidad ocupacional. Los países latinoamericanos están muy por encima de la media, con altísimas tasas de ocupación informal y, por consiguiente, tienen altas desigualdades. Por el contrario, los países con bajas tasas de ocupación informal (escandinavos y centroeuropeos) tienen bajas desigualdades en los ingresos posdistributivos. La informalidad ocupacional es un lastre para las instituciones distributivas por diversas razones: 1) la carencia de contrato de trabajo obstaculiza el acceso a los derechos laborales y sociales; 2), sin embargo, es una vía rápida de inserción laboral para los desocupados y para los inmigrantes; 3) facilita acceder a ingresos económicos de inmediato; 4) la informalidad es también una oportunidad para la emprendeduría con baja capitalización; 5) se suele extender en países con baja confianza en las instituciones políticas; y 6) constituye una vía para evadir impuestos y regulaciones laborales. Incluso, la informalidad puede ser una forma de complementariedad con la economía formal, lo que facilita la reducción de costes (ELA, 2023).

En resumen, la desigualdad posdistributiva correlaciona, de forma positiva y significativa, con la informalidad (r 0,701) y con la tasa de desempleo (0,392). Por el contrario, la desigualdad se reduce cuando aumenta la tasa fiscal (-0,666), la población protegida al menos por un seguro social (-0,693) y también cuando aumenta la cobertura de la negociación colectiva (-0,498). Con relación a las variables contextuales se observa que la desigualdad correlaciona con la inestabilidad política (-0,563) y con el retroceso de la democracia en la opinión pública (-0,500), lo que afecta a la legitimidad redistributiva a largo plazo. Asimismo, el nivel de rentas per cápita tiene una fuerte correlación negativa y significativa (r-0,608) con las desigualdades posdistributivas.

Similitudes y disimilitudes entre los modelos de empleo y bienestar

El siguiente análisis de conglomerados nos permite otra mirada observando las similitudes, disimilitudes, cercanías y lejanía entre países y sus modelos de redistribución para construir una tipología. La clasificación, siguiendo el método jerárquico de Ward, nos muestra cuatro conglomerados (véase gráfico 4, dendrograma).

Regímenes liberales y en transición

Este grupo incluye a quince países, aunque se pueden distinguir dos subgrupos: el primero, formado por los países liberales (Canadá, Reino Unido, Estados Unidos, Irlanda y Holanda), y el segundo, por los países del Este de Europa (Bulgaria, Chequia, Hungría, Eslovaquia, Estonia, Lituania, Polonia y Rumanía), considerados en «transición poscomunista», que ahora han adoptado pautas institucionales con ciertas similitudes a los países liberales (véanse tablas 1A, 2A y 3A, en apéndice).

1) Modelo de empleo liberal: los países liberales anglosajones se caracterizan por tener un nivel de coordinación salarial microeconómica (a nivel de empresa). Por consiguiente, tienen baja tasa de cobertura de la negociación colectiva y baja afiliación sindical. El poder colectivo de la clase trabajadora y clases medias es débil. En añadidura, tienen bajo empleo público. Los salarios son medio-altos (52 785 dólares). En Estados Unidos son muy altos, 60 000, y Reino Unido también, con 53 000. En general, estos países presentan altas tasas de actividad y bajo nivel de ocupación informal. La tradición es priorizar las políticas predistributivas vía mercado de trabajo, amparados en la creencia de que «una marea alta levanta a todos los barcos» (Piketty, 2019: 44).

2) Regímenes de bienestar liberal anglosajón: las instituciones de redistribución tienen una valoración media-alta, con una tradición de políticas asistenciales en el Reino Unido, Irlanda y Canadá (tipo beveridgiano). La cobertura con un seguro social es también media-alta, aunque el ideal de democracia igualitaria es medio. La presión fiscal está por debajo de la media, lo que concuerda con el discurso neoliberal actual. Pero, entre 2008 y 2023, ha tendido a subir los impuestos (2 %) para hacer frente a la crisis financiera y a la crisis del COVID (véase tabla 3). La población por debajo de la línea de pobreza es baja (13 %). Estos países tienen altos valores individualistas2, tolerando culturalmente cierto grado de desigualdad (Piketty, 2019). Nótese que Estados Unidos (referencia del paradigma neoliberal) muestra altas desigualdades pre y posdistributivas: está por debajo de la media en gasto, fiscalidad, cobertura de un seguro social e índice de instituciones redistributivas (véanse tablas apéndice). Ello contrasta con el alto nivel de riqueza per cápita (64 765 dólares).

3) Tendencias en los regímenes liberales desde 2008 a 2023: las instituciones redistributivas han retrocedido en todos estos países. El ideal de democracia igualitaria ha disminuido notablemente en Estados Unidos, con un aumento de las desigualdades en los ingresos, a pesar del incremento en el nivel de renta per cápita. La estabilidad política ha retrocedido significativamente en dicho país; tras el asalto al Congreso. La valoración de la democracia en la opinión pública también ha retrocedido (-29 %); igualmente ha retrocedido el índice de instituciones redistributivas (-7 %).

Respecto a los países del este de Europa, estos han adoptado instituciones relativamente similares a las de tipo liberal, tales como la orientación microeconómica y la descentralización de la negociación colectiva. Se trata de un conglomerado heterogéneo, con altos niveles de ocupación informal y de pobreza en algunos de ellos, como Rumania, Bulgaria, Estonia y Letonia. La desigualdad primaria es bastante alta y el salario bruto medio es bastante bajo (15 528 dólares), la mitad de la media general. El PIB per cápita es igualmente bajo (32 916). La cultura democrática es reciente y baja, además cuenta con altos índices de corrupción (véanse tablas apéndice).

Regímenes socialdemócratas
y paternariado social

El segundo conglomerado, a notable mayor distancia, incluye países con tradición socialdemócrata (Dinamarca, Suecia, Noruega y Finlandia) y de paternariado social (Alemania, Austria y Bélgica).

  1. Modelo de empleo: estas sociedades son de tipo neocorporatista, tienen alta cobertura de la negociación colectiva, altas tasas de afiliación sindical y centralización de la coordinación salarial. Conforman el tipo ideal de economía coordinada. Los salarios brutos son bastante altos (57 971 dólares). Presentan altas tasas de actividad y baja ocupación informal, creando todo ello un círculo virtuoso: formalidad contractual, instituciones formales, recaudación fiscal alta, redistribución de ingresos, estabilidad política, empleo público notable y sindicatos con importantes recursos de poder y participación institucional.
  2. Regímenes de bienestar: sus instituciones redistributivas son de tipo beveridgiano (escandinavos) y tipo bismarkiano (germánicos), que tienen los índices más altos de valoración. Estamos hablando de un tipo de sociedades igualitarias, tomadas como referencias ideales (Esping-Andersen, 2000; Etchemendy, 2019). La población por debajo de la línea de pobreza es poca (13 %). La cobertura social y la estabilidad política son altas. Pero la inestabilidad política ha crecido entre 2008 y 2023. La baja desigualdad primaria se debe a la participación de los trabajadores en las empresas (cogestión) y al poder sindical. La baja desigualdad redistributiva se debe al alto gasto social y alto nivel de renta per cápita.
  3. Tendencias: estos países registran una alta estabilidad política; también la opinión pública tiene en mucha estima a la democracia. No obstante, desde 2008, ha habido un retroceso en la valoración de las instituciones de redistribución en casi todos los mencionados países. El tipo ideal de referencia socialdemócrata retrocede. Sin embargo, Austria ha registrado una ligera reducción en la desigualdad de los ingresos económicos. Las tasas fiscales han tendido a aumentar para hacer frente a las desigualdades crecientes (excepto en Suecia). El nivel de rentas per cápita ha aumentado notablemente en Dinamarca y Suecia. Y moderadamente en los otros países. La cobertura de la negociación colectiva ha disminuido, indicando una pérdida de poder sindical. Además, ha aumentado la inestabilidad política, por razones económicas (y potencial amenaza bélica). La valoración de la democracia retrocede en Alemania y Austria, en ambos avanza la extrema derecha (véase tabla 4).

Régimen estatista de reparto en el sur de Europa

Este conglomerado incluye a Francia, Italia, España, Portugal, Grecia y Croacia, que conforman el (también) llamado modelo mediterráneo. Se trata de un modelo mixto, de empleo coordinado, pero con mercados laborales segmentados, con empleos precarios, cierto volumen de economía informal y bajos salarios. Sin embargo, cuentan con sistemas de gobernanza propios de las economías, coordinadas a través de la concertación social y la negociación colectiva. El régimen de bienestar es tipo corporatista-bismarkiano, además de tipo «familístico»: con participación de las familias y apoyo del tercer sector, como las instituciones religiosas en la prestación asistencial (Ferrera, 1996; Meardi y Tassinari, 2022).

  1. Modelo de empleo: la estructura de la negociación colectiva se ha mantenido alta, a pesar de la política de descentralización. La afiliación sindical es baja, con una amplia tasa de cobertura de los convenios colectivos gracias a la legislación laboral, con cláusulas (erga omnes) de extensión de los convenios colectivos. La cobertura de la negociación colectiva solo ha retrocedido en Portugal. Los salarios brutos son medio bajos (30 648) aunque en Francia son altos (43 000 dólares). La tasa de actividad ocupacional es baja y el desempleo alto. Estos países tienen desigualdades primarias altas.
  2. Regímenes de bienestar: las instituciones igualitarias están por encima de la media, con alta cobertura social y un estimable ideal de democracia igualitaria. La población por debajo de la línea de pobreza es relativamente baja (18 %). La estabilidad política es media y el nivel de rentas per cápita es medio-bajo, con un retroceso desde 2008 debido al endeudamiento público y las duras políticas de austeridad.
  3. Tendencias: las instituciones de distribución (vivienda, educación, sanidad, pensiones y subsidios) han retrocedido respecto a 2008, especialmente en Francia y España (véase tabla 5). La vivienda se ha encarecido mucho. El ideal de democracia igualitaria también ha disminuido, el Estado de Derecho retrocede. La desigualdad ha aumentado en España e Italia, correlacionando con la caída del nivel de renta per cápita. La inestabilidad política ha aumentado en general (en especial en Francia). El retroceso en la valoración de la democracia perjudica a la legitimidad de las políticas redistributivas.

Regímenes de empleo y bienestar duales

Este conglomerado lo forman los regímenes duales: Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, México, Uruguay y Bolivia. Hay diferencias entre ellos respecto al grado de institucionalidad, pero comparten el problema de la informalidad, corrupción, baja fiscalidad y retroceso del Estado de Derecho. Dichos países tienen todavía hoy élites económicas extractivas: una herencia de la cultura política colonial (Acemoglu y Robinson, 2012). En añadidura, presentan una estructura económica heterogénea, con un sector agrario importante, orientado hacia la exportación.

1) Modelo de empleo: los países latinoamericanos han constituido sociedades duales y fragmentadas. El pacto social interclasista es casi inexistente, con baja tasa de cobertura de la negociación colectiva y de la protección social. Los salarios son muy bajos (7886 dólares de media), con Bolivia muy alejada (4332 dólares). La tasa de ocupación informal es alta, reflejando desconfianza en el sistema político3. Ello genera un círculo negativo: irregularidad contractual, dificultades para acceder a los derechos sociales, debilidad en la cobertura social y obstáculos para la representación colectiva. Eso alimenta la inestabilidad política y el riesgo de corrupción. La tasa de afiliación sindical es baja y ha disminuido desde 2008 (-33 %). La tasa de actividad está por debajo de la media, aunque ha aumentado ligeramente (+1 %), mientras que la tasa de desempleo está un poco por encima de la media. En esta región, el país con mayor nivel de institucionalidad es Uruguay (la Suiza de América), que ha tenido una tradición corporatista-bismarkiana desde los años cuarenta y economía coordinada (Consejo Salarial, 1943).

2) Regímenes de bienestar: las instituciones redistributivas son débiles, con una valoración actual por debajo de la media. Otros rasgos son un bajo nivel de rentas per cápita y alto nivel de desigualdad primaria y posdistributiva. El 27 % de la población está por debajo de la línea de pobreza. En Argentina y Bolivia fue el 39 % en 2023 (World Bank, 2023b). Las tasas fiscales son muy bajas en toda la región, especialmente en México. Dichos países se pueden calificar como regímenes duales por la fuerte división entre los protegidos por el empleo estable y los desprotegidos por operar en la economía informal (Marqués y Chávez, 2019).

3) Tendencias: la región presenta los índices de estabilidad política y cultura democrática más bajos del conjunto de los treinta y cinco países estudiados. Entre 2008 y 2023, la valoración de los regímenes de bienestar disminuyó (-15 %). En Brasil, el retroceso fue significativo (-8 %), mientras que Argentina, Chile y Bolivia mejoraron ligeramente (véase tabla 6). La democracia ha caído, de forma alarmante, en la opinión pública de Bolivia, Argentina y Brasil. Chile es el único país donde ha mejorado la opinión sobre la democracia.

Por otra parte, la informalidad se redujo en Argentina y Brasil (OECD, 2019). México ha reducido las desigualdades, gracias al aumento del salario mínimo interprofesional durante el mandato de Morena en los últimos seis años4. La cobertura de seguros y prestaciones sociales es baja en toda América Latina. En Argentina, la crisis financiera de las Obras Sociales Sindicales (herencia del corporatismo peronista) amenaza hoy la cobertura sanitaria. Las tasas fiscales han aumentado de forma importante en Uruguay y en menor medida en los otros, pero se han reducido en Brasil y Bolivia.

En general, en América Latina se recurre a políticas asistenciales ante la falta de sistemas de seguros sociales estables (Chávez y Molina 2008; Cruz-Martínez, Vargas-Faulbaum y Velasco, 2024). En esta región, el desencanto con la democracia está correlacionado con la informalidad, corrupción, inestabilidad política y autocracia, como corroboran otros investigadores (Martínez-Fronzoni y Sánchez-Ancochea, 2016; Bohigues, 2021; V-Dem, 2023).

En breve, si comparamos los países latinoamericanos con España (referencia de modelo socioeconómico), vemos que hay fuertes distancias, especialmente con México y Bolivia, pero también con Argentina, Chile y Brasil. Solo Uruguay es el más cercano institucionalmente. En cambio, Italia y España son dos países muy cercanos, que siguen pautas de convergencia institucional en el marco de la soberanía mancomunada de la Unión Europea. Las diferencias con América Latina estriban en la informalidad, corrupción, fiscalidad, Estado de Derecho y desigualdad ingresos.

Resumen de la clasificación

El siguiente análisis de componentes principales nos permite reducir la complejidad de las variables activas (citadas en la tabla 1), y reducirlas en tres componentes principales que explican la mayor variabilidad de los datos (72 %). El test KMO (0,742) presenta una alta correlación entre las variables seleccionadas en el modelo, lo que indica su adecuación respecto al objeto de estudio.

  1. La primera dimensión está formada por el eje horizontal, que se define por la importancia de la institucionalidad social versus informalidad laboral, explica el 48 % de la varianza. Correlaciona con la imposición fiscal, con las instituciones redistributivas y, de forma negativa, con la ocupación informal (véase tabla 8).
  2. La segunda dimensión se distingue por las altas tasas desempleo versus tasas de actividad, explica el 16 % de la varianza. Correlaciona de forma positiva con la tasa de desempleo y de forma negativa con la tasa de actividad.
  3. La tercera dimensión se caracteriza por la coordinación salarial y la cobertura de la negociación colectiva, explica el 10 % de la varianza. Esta dimensión correlaciona con la tasa de afiliación sindical, la tasa de cobertura de la negociación colectiva y el nivel de coordinación salarial. Es decir, con los recursos de poder sindical (Campillo y Sola, 2020).

Por otra parte, en la siguiente distribución espacial de los componentes principales (véase gráfico 5) se puede observar la importancia de la institucionalidad social-laboral como variable relacionada con la desigualdad en los ingresos (Martínez, 2019).

En primer lugar, se pueden distinguir tres subgrupos: México y Bolivia tienen una institucionalidad social-laboral muy baja; le siguen Brasil, Chile y Costa Rica con una institucionalidad baja y, después, Argentina y Uruguay con una institucionalidad media-baja.

En segundo lugar, en la columna institucionalidad social-laboral media-alta figuran los países del Mediterráneo estatistas y los países liberales. Y, finalmente, en la columna institucionalidad social-laboral alta figuran los países socialdemócratas y paternariado social.

El componente actividad versus desempleo muestra cómo los países liberales tienen altas tasas de actividad y, por el contrario, los países mediterráneos tienen bajas tasas.

Algunas conclusiones

Estancamiento con tendencia al crecimiento de las desigualdades

Hemos demostrado que las desigualdades primarias tienden a aumentar en Europa, lo que se asocia al retroceso de la democracia industrial, así como a la caída del nivel de rentas per cápita.

Por el contrario, en América Latina, algunos países han reducido sus desigualdades primarias y sus desigualdades posdistributivas (todavía muy altas). Los regímenes autocráticos crecen en diferentes países y la valoración de la democracia mengua en general; retrocede el Estado de Derecho (Bohigues, 2021; Peña, 2022; V-Dem, 2023b).

Las desigualdades posdistributivas se han estancado en Europa; incluso en algunos países han aumentado. Los largos años de políticas neoliberales han marcado una tendencia que podría calificarse como un tránsito desde la socialización de la protección hacia la individualización del riesgo.

Mecanismos de coordinación

Con relación a los mecanismos institucionales de coordinación (entre el mercado de trabajo y la protección social), podemos concluir que el grado de coordinación de los salarios, el nivel de la negociación colectiva, las cláusulas de extensión de los convenios, así como la intervención del Estado (imposición fiscal) juegan un papel importante en la definición de los modelos sociales. Pero dichos mecanismos se han venido erosionando, perdiendo eficacia redistributiva.

Efectos de los cambios tras dos crisis

Con relación al primer objetivo, hemos demostrado que los países con economías liberales de mercado han reducido la valoración de sus instituciones redistributivas, más que los países con economías coordinadas. Los regímenes liberales han apostado por el crecimiento económico con más énfasis en las políticas de activación para el empleo.

Respecto a los cambios de regímenes, hemos demostrado que las instituciones distributivas del régimen nórdico han retrocedido ligeramente en el ideal de democracia igualitaria. Uno de los riesgos para estos países es el aumento de la inestabilidad política y el retroceso de los recursos de poder sindical. El retroceso en las instituciones de distribución ha sido mucho más pronunciado en los países del sur de Europa, donde también ha retrocedido su ideal de democracia igualitaria.

En América Latina, Uruguay es el país con mayor grado de institucionalidad social y laboral. En los últimos años, ha logrado reducir las desigualdades, la informalidad y ha mejorado su estabilidad política. Argentina ha tenido hasta ahora un nivel medio-bajo de institucionalidad social y laboral. Pero, actualmente, entra en un terreno incierto por la combinación de inestabilidad política, informalidad, baja fiscalidad, deuda pública e inflación alarmante. Hoy, el actual Gobierno autocrático ultraliberal amenaza su media-baja institucionalidad.

Factores diferenciales entre los modelos

Con relación al segundo objetivo, podemos decir que los principales componentes principales son el grado de institucionalidad social-laboral, que juega un papel notable en la configuración de los modelos. A más distancia, las tasas de actividad versus desempleo y la coordinación salarial centralizada versus descentralizada.

En suma, podemos colegir que la informalidad ocupacional representa el ideal del «mercado puro»: un ácido corrosivo para las instituciones de solidaridad redistributiva. Este problema está más agravado en América Latina y, en notable menor medida, en el sur de Europa. La informalidad tiene efectos sobre la fiscalidad y los derechos sociales, ello comporta incertidumbre, pérdida de confianza en las instituciones, inestabilidad política y corrupción. La informalidad ocupacional implica informalidad social. Por el contrario, la formalidad del contrato laboral contribuye al acceso de los derechos sociales, facilita la contribución fiscal, abre el acceso a los sistemas de pensiones, acceso a la redistribución, facilita otros bienes colectivos como la representación sindical, negociación colectiva, coordinación salarial, estabilidad y confianza en el sistema político. Por tanto, la formalidad legal contractual del empleo es clave para la sostenibilidad de los sistemas solidarios redistributivos. La participación institucional de los actores sociales es esencial para el equilibrio de poderes, la estabilidad política, la democracia y la redistribución.

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1 Catedrático emérito, Institut Estudis del Treball, Universitat Autònoma de Barcelona. Proyecto INCASI II. Marie Sklodowska-Curie Actions, H2020-MSCA-RISE, GA-101130456.

2 Estados Unidos tiene 91 puntos en el ranking de individualismo, es el primero. Le siguen en valores individualistas el Reino Unido (89 puntos); Holanda (80); Hungría (80) e Irlanda (70). Véase World Population Rank 2014. Disponible en: https:worldpopulationreview.com/country-rankings/individualistic-countries, acceso 7 de julio de 2025.

3 El Latinobarómetro advierte de la desconfianza hacia las instituciones y el sistema político. Véase Informe noviembre 2021, disponible en: https://www.minsait.com/ideasfordemocracy/es/informe-2021-latinobarometro, acceso 7 de julio de 2025.

4 Suárez, Karina (2025). «Una bandera de la lucha social en México». El País, 9 de marzo.

Gráfico 1. Modelo de análisis

Fuente: Elaboración propia.

Tabla 1. Dimensiones activas: Modelo de empleo; Régimen bienestar y Desigualdades. Dimensión ilustrativa: Contexto

Dimensión

Tipo indicador

Indicador

Justificación

Fuente

Dimensión I predistributiva:

Modelo empleo

1. Normativo (2023)

Nivel de coordinación salarial (1=empresa y 5=central)

El nivel centralizado o descentralizado en la fijación de salarios afecta a la igualdad

(OECD 2023a)

2. Normativo (2023)

Tasa de cobertura

Negociación colectiva

Trabajadores protegidos por los convenios colectivos. Eficacia protección

(OECD 2023b)

3. Representación (2023)

Tasa afiliación sindical

Asociación trabajadores. Poder organizado, contrapeso poder empresarial

(OECD 2023c)

4. Normativo

Tasa empleo público

Empleo protegido

OECD (2023d)

5. Antinormativo (2023)

Tasa ocupación informal

Carencia de contrato laboral y de cobertura legal del trabajo. No contributivo

OECD (2023d)

6. Normativo (2023)

Tasa de ocupación

Trabajadores activos en mercado

World Bank (2023a)

7. Normativo (2023)

Tasa desempleo

Incertidumbre, vulnerabilidad

OECD (2023b)

8. Normativa

Salarios brutos

Desigualdades entre países

World Bank (2023a)

Dimensión II

posdistributiva:

Régimen bienestar

9. Institucional redistributiva (2023)

Índice Instituciones distribución igualitaria

Grado institucionalidad educación, sanidad, pensiones, vivienda, etc.

V-Dem (2023a)

10. Ideológico cultural (2023)

Individualismo versus colectivismo

Actitudes hacia la redistribución solidaria

V-Dem (2023a)

11. Normativo

Tasa fiscal

Contribución

Our World in data

12. Institucional redistributiva (2023)

Población protegida por seguros sociales

Grado de eficacia instituciones sociales

13. Institucional 2023

Tasa gasto social

Redistribución

OECD, Our World in data

Dimensión III:

Desigualdades

14. Desigualdad ingresos (2008-2023)

15. Desigualdad pos

Índice de Gini pre

Índice de Gini pos

Desigualdades

OECD

Dimensión IV

16. Político
(2008-2023)

Estabilidad política

Inestabilidad política 2008-2022. Crisis institucional gobernabilidad

World Bank (2023b)

17. Político

Valoración democracia

Opinión pública

Our World in data, V-Dem 2024

18. Contextual
(2008-2023)

Producto interior bruto per cápita

Estimación nivel de riqueza, recesión y crecimiento

OECD (2023f)

Fuente: Elaboración propia con datos citados.

Gráfico 2. Índice de Gini predistributivo y posdistributivo 2008 a 2023 (Coeficientes)

Fuente: Elaboración propia con datos citados de los 35 países estudiados.

Tabla 2. Ingresos predistributivos y posdistributivos (2008 a 2023)

 

País

Gini

primario 2008

Gini

primario 2023

Variaciones

Gini primario

2008 = base 100 (%)

Gini pos

2008

Gini pos

2008

Variaciones

Gini pos 2008-2023 (5)

Corrección

anual Gini

pre y pos 2023 (%)

1. América Latina

Argentina

0,59

0,56

-5

0,45

0,46

2

18

Bolivia

0,65

0,65

0

0,51

0,41

-20

37

Brasil

0,68

0,68

0

0,51

0,52

1

24

Chile

0,74

0,71

-4

0,47

0,43

-9

40

Costa Rica

0,66

0,72

9

0,49

0,47

-5

35

México

0,76

0,75

-2

0,51

0,43

-16

43

Uruguay

0,62

0,58

-7

0,45

0,41

-9

30

2. Paternariado

Austria

0,46

0,44

-4

0,3

0,31

3

30

Bélgica

0,43

0,41

-5

0,28

0,27

-4

35

Alemania

0,48

0,46

-4

0,31

0,32

3

31

Holanda

0,41

0,45

9

0,29

0,26

-11

43

Eslovenia

0,38

0,42

11

0,24

0,24

0

43

3. S. D.

Dinamarca

0,4

0,5

25

0,25

0,28

12

44

Finlandia

0,43

0,41

-5

0,28

0,28

0

32

Suecia

0,41

0,44

7

0,28

0,3

7

32

Noruega

0,42

0,33

-22

0,27

0,28

3

16

Este Europa

Bulgaria

0,47

0,55

17

0,34

0,39

14

30

Chequia

0,38

0,41

7

0,26

0,26

0

37

Estonia

0,5

0,5

0

0,32

0,32

0

44

Croacia

0,46

0,46

0

0,33

0,29

-13

37

Letonia

0,52

0,48

-8

0,36

0,34

-6

30

Lituania

0,5

0,62

24

0,36

0,37

2

41

Polonia

0,5

0,47

-6

0,33

0,28

-16

41

Rumanía

0,56

0,5

-21

0,36

0,34

-5

32

Eslovaquia

0,39

0,37

-6

0,26

0,24

-8

36

Liberales

Irlanda

0,46

0,52

13

0,32

0,3

-7

43

Reino Unido

0,48

0,46

-5

0,35

0,32

-9

32

Estados Unidos

0,56

0,63

12

0,41

0,4

-3

37

Canadá

0,51

0,5

-2

0,34

0,32

-6

36

Sur Europa

Francia

0,45

0,46

2

0,33

0,32

-4

31

España

0,45

0,46

2

0,34

0,34

0

36

Italia

0,48

0,53

10

0,34

0,35

2

34

Portugal

0,49

0,47

-4

0,37

0,35

-6

26

Grecia

0,46

0,46

0

0,34

0,33

-3

29

Media

0,5

0,51

2

0,35

0,34

-3

34,2

Fuente: Elaboración propia con datos citados. Los datos para América Latina se refieren al índice de Gini urbano.

Gráfico 3. Informalidad ocupacional y desigualdad en los ingresos económicos

Fuente: Elaboración propia con datos citados. Los datos de la informalidad ocupacional de Europa y América Latina proceden de las estimaciones sobre ocupación de la OECD (2023d). Informal occupation. Outlook (https://data.oecd.org/), véase también OECD (2019) y ELA (2023).

Gráfico 4. Dendrograma

Fuente: Elaboración propia con datos citados. Test KMO, 742 (Dimensiones activas I, II y III).

Tabla 3. Cambios relativos en 2023 con respecto a 2008 en los países liberales (cambios relativos en  %)

Distribución

Ideal

Gini

Renta p. c.

Estabilidad

Opinión democracia

Fiscalidad

Cobertura N. C.

Estados Unidos

-7 ٪

-20 ٪

-3 ٪

26,2 ٪

-73,0 ٪

-29 ٪

2 ٪

-20 ٪

Canadá

-5 ٪

-26 ٪

-2 ٪

21,0 ٪

-6,0 ٪

-15 ٪

5 ٪

0 ٪

Reino Unido

-6 ٪

1 ٪

2,9 ٪

9,4 ٪

2,0 ٪

-22 ٪

2 ٪

-21 ٪

Irlanda

-1 ٪

-6 ٪

-5 ٪

10,1 ٪

-26,0 ٪

14 ٪

-5 ٪

-20 ٪

Holanda

-5 ٪

-5 ٪

-11 ٪

13,8 ٪

-16,0 ٪

-13 ٪

10 ٪

-8 ٪

Fuente: Elaboración propia con datos citados. 2008 = Base 100.

Tabla 4. Principales cambios relativos entre 2008 y 2023. Variación  % (2008 = base 100)

Redistribución

Ideal

Gini

Renta p. c.

Estabilidad

Valo. Demo.

Fiscalidad

Cobertura

N. C.

Alemania

1 ٪

-6 ٪

3

13,4 ٪

-35,0 ٪

-8 ٪

5 ٪

-12 ٪

Dinamarca

-3 ٪

-1 ٪

9

23,2 ٪

-19,0 ٪

0 ٪

4 ٪

-2 ٪

Noruega

-15 ٪

0 ٪

3

3,0 ٪

-34,0 ٪

14 ٪

1 ٪

-7 ٪

Austria

-4 ٪

-8 ٪

-2

3,0 ٪

-53,0 ٪

-16 ٪

3 ٪

-7 ٪

Finlandia

-2 ٪

-5 ٪

3

13,6 ٪

-39,0 ٪

7 ٪

4 ٪

1,0 ٪

Suecia

-3 ٪

-7 ٪

1

22,7 ٪

-22,0 ٪

6 ٪

-3 ٪

-2 ٪

Fuente: Elaboración propia con datos citados.

Tabla 5. Cambios relativos en 2023, con respecto a 2008 = base 100 (en  %)

Distribución

Ideal demo

Gini pos

Renta Pc

Estabilidad

Opinión democracia

Tasa cobertura N. C.

Portugal

-8 ٪

-11 ٪

-5

10,50 ٪

-14 ٪

-9 ٪

-23 ٪

España

-4 ٪

-11 ٪

1

-2,40 ٪

29 ٪

-15 ٪

0 ٪

Francia

-10 ٪

-5 ٪

-7

9,70 ٪

-39 ٪

-9 ٪

0 ٪

Italia

2 ٪

-1 ٪

4

6,8 ٪

-25 ٪

-8 ٪

0 ٪

Fuente: Elaboración propia con datos citados (2008 = base 100).

Tabla 6. Cambios relativos instituciones distributivas e instituciones de empleo (2008-2023, en  %). Base 2008 = 100

Redistribución

Ideal

democracia

igualitaria

Gini pos

Renta p. c.

Estabilidad

Seguro

social

Opinión

democracia

Tasa fiscal

Argentina

4 ٪

2 ٪

-5,6

-7,00 ٪

10 ٪

-13

-44 ٪

5 ٪

Chile

2 ٪

-7 ٪

-2

23,00 ٪

-73 ٪

20

-10 ٪

10 ٪

Bolivia

1 ٪

-18 ٪

-19

29 ٪

4 ٪

48

-67 ٪

-19 ٪

Brasil

-8 ٪

-47 ٪

-4

4,00 ٪

-6 ٪

-3

-22 ٪

-3 ٪

Uruguay

-5 ٪

-29 ٪

-11,2

32,00 ٪

29 ٪

0

9 ٪

20 ٪

Fuente: Elaboración propia con datos citados.

Tabla 7. Matriz de distancias Euclidianas al cuadrado (referencia España)

España

0,000

Italia

0,539

Portugal

1,593

Uruguay

2,094

Argentina

4,378

Costa Rica

4,438

Chile

6,937

Brasil

9,493

Bolivia

16,914

México

18,082

Fuente: Elaboración propia con 15 variables activas.

Tabla 8. Componentes principales

 

Componentes

1

2

3

Tasa cobertura negociación col.

0,748

0,367

0,317

Coordinación salarial

0,717

0,167

0,482

Afiliación sindical

0,629

0,041

0,584

Tasa fiscal

0,915

0,172

-0,088

Gini pre

-0,826

0,158

0,329

Gini pos

-0,736

0,391

0,333

Gasto social

0,720

0,444

0,146

% Población con un seguro

0,712

-0,374

-0,172

Instituciones igualdad redistributiva

0,795

-0,022

-0,243

Ideal democracia igualitaria

0,760

-0,055

0,063

Tasa de actividad

-0,066

-0,755

0,443

Tasa de desempleo

0,224

0,806

-0,246

Tasa de informalidad ocupacional

-0,790

0,212

0,373

Tasa empleo público

0,570

-0,076

-0,043

Salarios brutos en dólares

0,733

-0,237

0,290

Fuente: Elaboración propia, con 15 variables activas.

Gráfico 5. Distribución espacial componentes Institucionalidad laboral-social y Activación del empleo

Fuente: Elaboración propia con datos citados.

Recepción: 15/10/2024

Revisión: 06/03/2025

Aprobación: 19/05/2025

Apéndice

Tabla 1a. Modelo de empleo

Coord. salarial

Afil.

sindical

Cob. N. C.

Desempleo

T-Activid.

Emp. público

Informal

Gini pre

Salario bruto

1. Liberal y transición poscomunista

Canadá

1,00

27,20

31,00

5,40

62,00

19,87

3,50

0,50

42718

Reino Unido

1,00

23,30

27,00

4,10

60,00

15,98

9,50

0,46

53599

Estados Unidos

1,00

10,30

12,00

3,60

59,00

14,91

7,30

0,63

60220

Irlanda

3,00

26,20

34,00

3,60

62,00

14,91

11,10

0,52

53324

Holanda

4,00

16,50

76,00

3,60

63,00

11,71

12,80

0,45

62642

Eslovenia

3,00

23,80

79,00

3,60

57,00

16,74

13,00

0,42

23329

Total

2,17

21,22

43,17

3,98

60,50

15,69

9,53

0,50

49305

Bulgaria

2,00

15,30

28,00

4,30

54,00

21,10

23,80

0,55

10724

Chequia

2,00

11,40

35,00

2,60

59,00

16,57

9,60

0,41

17331

Hungría

1,00

9,20

22,00

4,10

58,00

18,86

20,10

0,44

16272

Eslovaquia

3,00

16,70

24,00

5,80

58,00

19,00

14,50

0,37

15077

Estonia

1,00

4,50

19,00

6,30

62,00

22,70

16,40

0,50

19002

Letonia

1,00

11,60

27,00

6,50

57,00

19,61

14,90

0,48

14749

Lituania

1,00

10,00

27,00

7,00

58,00

21,92

26,00

0,62

18761

Polonia

1,00

13,40

13,00

2,90

57,00

17,25

19,70

0,47

15620

Rumanía

2,00

21,40

15,00

5,60

49,00

16,00

27,10

0,50

12216

Total

1,56

12,61

23,33

5,01

56,89

19,22

19,12

0,48

15528

2. Socialdemócrata y paternariado

Alemania

4,00

16,60

54,00

5,30

59,00

10,63

8,60

0,46

59513

Austria

4,00

26,30

98,00

5,20

58,00

16,67

5,30

0,44

55577

Bélgica

5,00

49,10

96,00

5,50

52,00

18,29

14,00

0,41

54506

Dinamarca

4,00

67,50

82,00

5,10

61,00

27,61

9,30

0,50

66812

Finlandia

5,00

62,90

89,00

7,20

56,00

24,24

9,90

0,41

52220

Noruega

4,00

50,00

69,00

3,60

63,00

32,20

15,80

0,33

66603

Suecia

4,00

65,50

88,00

7,60

61,00

28,66

7,50

0,44

50570

Total

4,29

48,27

82,29

5,64

58,57

22,61

10,06

0,43

57972

3. Sur Europa

Croacia

1,00

26,50

53,00

6,10

49,00

29,80

13,50

0,46

17714

España

3,00

13,00

80,00

12,10

50,00

15,58

16,50

0,46

30764

Francia

2,00

10,80

98,00

7,30

52,00

21,23

13,60

0,46

43618

Italia

3,00

32,60

100,00

7,60

45,00

13,21

20,40

0,53

34532

Grecia

2,00

10,00

14,00

11,00

45,00

16,65

18,80

0,46

24145

Portugal

2,00

15,40

77,00

6,50

55,00

14,07

12,00

0,47

22247

Total

2,37

23,39

48,26

5,55

56,83

17,86

21,20

0,51

30648

4. A.L.: regímenes duales heterogéneos

Argentina

3,00

27,70

49,00

6,20

56,00

17,80

49,00

0,56

8316

Brasil

3,00

12,70

70,00

8,00

58,00

12,10

38,90

0,68

5373

Chile

1,00

16,60

20,00

5,20

55,00

9,40

47,50

0,71

12917

Costa Rica

1,00

20,50

10,00

5,40

55,00

12,40

57,30

0,72

12917

México

1,00

12,00

10,00

2,80

59,00

12,50

49,00

0,75

6105

Uruguay

3,00

30,10

60,00

4,50

58,00

15,70

22,10

0,58

5244

Bolivia

1,00

12,00

3,00

3,10

67,00

9,40

83,70

0,65

4332

Total

0,14

18,71

31,71

5,00

58,29

12,76

49,64

0,66

7886

Total general

2,37

23,39

48,26

5,55

56,83

17,86

21,20

0,51

30648

Fuente: Elaboración propia, datos citados.

Tabla 2a. Regímenes bienestar

Gini pos

Línea pobreza

Gasto social

Tasa fiscal

% Pob. prot.

Igual recursos

1. Liberal y en transición

Canadá

0,32

9,40

18,57

33,00

99,80

0,89

Reino Unido

0,32

18,60

19,29

34,30

93,50

0,84

Estados Unidos

0,40

12,70

18,49

26,80

76,10

0,57

Irlanda

0,30

14,00

12,87

29,10

90,10

0,84

Holanda

0,26

14,50

16,32

40,20

97,50

0,90

Eslovenia

0,24

12,70

21,47

37,80

100,00

0,90

Total

0,31

13,65

17,84

33,53

92,83

0,82

1 bis. Transición

Bulgaria

0,39

20,60

19,50

30,30

88,30

0,74

Chequia

0,26

10,20

19,46

33,90

88,80

0,96

Hungría

0,29

12,10

17,64

34,10

86,20

0,63

Eslovaquia

0,24

12,20

17,45

35,60

92,10

0,83

Estonia

0,32

22,50

17,91

33,80

98,40

0,95

Letonia

0,34

22,50

16,52

30,90

96,50

0,81

Lituania

0,37

20,00

16,99

32,70

92,70

0,81

Polonia

0,28

11,80

21,19

37,80

84,90

0,84

Rumanía

0,34

23,50

13,30

27,10

95,00

0,61

Total

0,31

17,27

17,77

32,91

91,43

0,80

2. Socialdemócrata y paternariado social

Alemania

0,32

14,80

25,59

40,90

99,50

0,95

Austria

0,31

14,80

27,71

43,70

98,60

0,89

Bélgica

0,27

12,30

28,22

44,90

100,00

0,95

Dinamarca

0,28

12,40

28,44

48,00

89,50

0,98

Finlandia

0,28

12,20

29,42

43,20

100,00

0,81

Noruega

0,28

12,90

25,28

41,60

95,80

0,98

Suecia

0,30

16,10

25,07

43,00

100,00

0,90

Total

0,29

13,64

27,10

43,61

97,63

0,92

3. Sur Europa

Croacia

0,29

18,00

24,00

35,30

56,00

0,85

España

0,34

20,20

24,65

38,90

80,90

0,89

Francia

0,32

15,60

30,74

47,30

100,00

0,80

Italia

0,35

20,10

27,73

43,30

82,00

0,91

Grecia

0,33

18,80

25,08

39,20

64,00

0,92

Portugal

0,35

16,40

22,34

37,40

90,20

0,85

Total

0,33

18,80

25,08

39,20

64,00

0,05

4. A. L.

Argentina

0,46

39,20

22,34

29,10

58,40

0,74

Brasil

0,52

27,50

21,37

32,60

69,90

0,51

Chile

0,43

10,80

11,71

20,80

70,20

0,61

Costa Rica

0,47

25,50

11,88

14,20

58,00

0,61

México

0,43

36,30

7,36

13,90

62,40

0,29

Uruguay

0,41

9,90

20,34

26,80

93,80

0,89

Bolivia

0,41

39,00

22,20

20,30

46,60

0,38

Total

0,45

26,89

16,74

22,53

65,61

0,58

Total general

0,34

18,00

20,81

34,34

85,59

0,80

Fuente: Elaboración propia, datos citados.

Tabla 3a. Variables contextuales

Estabilidad política

Índice de cultura democrática

PIB p. c.

1. Liberal

Canadá

0,77

7,50

46808,00

Reino Unido

0,50

6,88

45225,00

Estados Unidos

-0,04

6,25

64765,00

Irlanda

0,88

10,00

76169,00

Holanda

0,72

8,75

55979,00

Eslovenia

0,71

6,25

39746,00

Total

0,72

7,88

52785,40

1 bis. Transición liberal

Bulgaria

0,25

4,38

23079,00

Chequia

0,82

7,50

38745,00

Hungría

0,84

6,88

32789,00

Eslovaquia

0,44

5,63

30690,00

Estonia

0,72

6,88

38048,00

Letonia

0,48

6,25

32803,00

Lituania

0,65

5,63

37031,00

Polonia

0,50

6,25

33034,00

Rumanía

0,49

3,75

30027,00

Total

0,58

5,91

32916,22

2. Socialdemócrata y paternariado social

Alemania

0,61

8,13

54534,00

Austria

0,64

6,88

53619,00

Bélgica

0,58

6,88

52293,00

Dinamarca

0,87

9,38

60365,00

Finlandia

0,89

9,38

49452,00

Noruega

0,86

10,00

64660,00

Suecia

0,90

10,00

54489,00

Total

0,76

8,66

55630,29

3. Sur Europa

Croacia

0,61

4,38

30132,00

España

0,27

7,50

38354,00

Francia

0,33

6,88

45937,00

Italia

0,41

7,50

42840,00

Grecia

0,06

7,50

29002,00

Portugal

0,86

6,88

33135,00

Total

0,42

6,77

36566,67

4. Duales

Argentina

-0,01

3,75

20925,00

Brasil

-0,33

5,00

14370,00

Chile

0,12

6,88

24563,00

Costa Rica

0,95

6,88

19974,00

México

-0,69

1,88

17896,00

Uruguay

1,10

6,88

21269,00

Bolivia

-0,28

1,25

3841,00

Total

0,12

4,65

17548,29

Media general

0,50

6,65

38759,66

Fuente: Elaboración propia, datos citados.